31 de Julio de 2007.- El balance de un año de ejercicio “provisional” del poder por parte de Raúl Castro es muy poco alentador:

La situación política, económica o social de Cuba no ha mejorado. La democracia y los derechos humanos no han avanzado nada.

Ni se habla de transición a la democracia, mientras casi trescientos presos de conciencia siguen injustamente encarcelados. Sus familiares continúan sufriendo su ausencia. Una turba gubernamental organizó un acto de repudio a Las Damas de Blanco en Abril.

La situación de la libertad de prensa ha empeorado. En las cárceles castristas se hacinan todavía más de dos decenas de periodistas, pero a diferencia de hace un año, hoy ya no se escucha la voz de la revista independiente Vitral, acallada por presiones del gobierno cubano. Cuba es, como hace un año una dictadura militar gerontocrática, donde una minoría de jerarcas del ejército controla todos los resortes del poder.

En palabras de Ricardo Carreras, presidente de Solidaridad Española con Cuba, “la retórica es lo único que ha cambiado. La situación del cubano de a pie no ha mejorado. La democracia y los derechos humanos no han avanzado nada. No sabemos si Raúl no quiere o es que Fidel no le deja, pero esa es la realidad.”