Hace diecinueve años, el 8 de Septiembre de 1988, fundamos formalmente el Movimiento Cristiano Liberación, aunque ya desde años antes, comenzó a gestarse este movimiento cívico, no confesional, de inspiración cristiana.

No es posible hacer un recorrido por la historia de casi dos décadas de trabajo y lucha pacífica, pero nuestro Consejo Coordinador quiere rendir homenaje y reconocer a todos los cubanos que pertenecen al movimiento o que han pertenecido. Todos hemos experimentado el carisma al entregarnos decididamente, por amor a la Patria y al prójimo, a la hermosa causa de proclamar la nueva y gran noticia de la liberación.

Esta pertenencia “ al Movimiento” ha marcado la vida de los que han abrazado esta causa de la liberación, pues exige una entrega total, una opción por los pobres y por todos los que están en desventaja, una dedicación radical a la defensa de la dignidad y los derechos de los cubanos y un trabajo incansable para promover el movimiento ciudadano que rescate la libertad de los cubanos y la soberanía popular. Esta, la soberanía popular, es inseparable de la independencia y soberanía nacional de Cuba.

El precio que han pagado y pagan los miembros del movimiento ha sido muy alto en sufrimientos por el acoso, las amenazas y las mas diversas formas de represión en las que los cuerpos represivos, además de todos los recursos de totalitarismo, usan los métodos más desleales y abusivos contra personas y familias indefensas. Muchos sufren ahora el exilio o la cárcel por esta causa. A todos los consideramos inseparables en el espíritu de nuestro Movimiento. Los que luchamos dentro y fuera de Cuba, desde el Movimiento Cristiano Liberación, damos gracias a Dios por permitirnos abrazar la hermosa causa de la Liberación. También damos gracias a todas las familias, que por nuestra pertenencia al movimiento han sufrido durante años, a las madres y padres, difuntos y vivos que han sufrido día a día la presión y el acoso, la prisión de sus hijos, el destierro, a los hijos que han crecido marcados, en la intranquilidad y la desventaja, a las esposas que han compartido la represión, la carga de la lucha desigual y a todos lo que siendo familias o amigos de alguien del Movimiento, han pagado el precio de ser marcados por los cuerpos represivos.

Es importante decirlo y proclamarlo para todos los cubanos y para el mundo, por que la pertenencia al Movimiento Cristiano Liberación o a cualquier movimiento disidente cubano, no es una profesión o un quehacer temporal y parcial, es una opción definitiva por la libertad del pueblo cubano frente a un régimen totalitario y por eso compromete y abarca toda la vida. Y que así sea.

Hoy decimos a los cubanos: levanten la cabeza y la mirada con fe, abran los oídos, ensanchen sus corazones, echen a andar la vida pues se acerca la liberación. Hoy damos la gracias a nombre del pueblo de Cuba a todos los que hasta ahora han firmado y firman el Proyecto Varela. Son decenas de miles de valientes y generosos cubanos a los que les decimos: no se desalienten, sabemos que han sufrido mucho, pero ustedes, los que han firmado y firman el Proyecto Varela inauguraron las alamedas por la que fluye la Primavera de la Liberación para Cuba.

Esa Primavera de la Liberación, no pudo ser anulada por la llamada primavera negra de la represión, porque nuestros hermanos, todos los Prisioneros de la Primavera de Cuba, con su fe y coraje han sostenido la esperanza y han llevado en ellos mismos, tal como diría el Apóstol José Martí: “ a un pueblo entero, a la dignidad humana”.

Nuestro movimiento une ahora los esfuerzos a otros muchos cubanos dentro y fuera de Cuba, no sólo impulsando el Proyecto Varela, sino ensanchando las alamedas que este abrió, con esta campaña cívica, en este movimiento ciudadano que es Foro Cubano, que define claramente su misión, para lograr los cambios que garanticen los derechos a todos los cubanos. Foro Cubano, es el camino pacífico de los cubanos hacia un futuro que tiene que ser de libertad, democracia, justicia, fraternidad y paz. Un futuro construido por todos los cubanos y para el bien de todos.

Esa esperanza nos llena de determinación de continuar, pues sabemos que el pueblo de Cuba quiere una vida nueva, quiere cambios, quiere sus derechos, quiere la paz y quiere la reconciliación.

Le recordamos al mundo y los que en Cuba y fuera de Cuba, se engañan haciendo proyectos tejidos con las cadenas y las mordazas que hasta ahora le imponen a nuestro pueblo: “los cubanos somos sencillos y solo queremos una vida de amor y paz, pero no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”

Oswaldo José Payá Sardiñas
A nombre del Movimiento Cristiano Liberación
La Habana, Cuba, 6 de Septiembre de 2007

Autor: Oswaldo Payá