Palabras de Ricardo Carreras Lario, presidente de SEC, en la presentación de La libertad de la luz
Gracias a todos por estar aquí.
Gracias a Elena, Lázaro, gracias a María Angeles, encargada de comunicación de Solidaridad Española con Cuba, que han hecho posible este evento.
La revista Vitral fue la primera publicación independiente de difusión nacional de la historia reciente de Cuba.
Como tal, era un candil encendido en una noche cerrada.
Era una ventana de vivos colores en un tapiado muro gris.
El equipo de redacción de la revista, certeramente dirigido por Dagoberto Valdés, daba, a los muchos cubanos que la leían, una bocanada de fresco futuro.
Vitral sembraba esperanza donde florece el escepticismo. Hablaba de amor, mientras que los medios oficiales hablan de odio.
Vitral era un milagro bimensual.
Un jugoso anticipo de sabor a democracia. No podía ser del gusto del gobierno cubano.
El periódico oficial Granma arremetió en el 2000 con dos editoriales contra el centro Cívico de Pinar del Río, Vitral y Dagoberto, al tiempo que el gobierno usaba Vitral como prueba de una supuesta tolerancia.
Pero esa falsa tolerancia se terminó.
En la primavera de este año, mediante manos cómplices, el gobierno silenció vitral. Tapió esa bella ventana de vivos colores.
Pero hoy aquí constatamos que no han logrado acallar esas voces de aliento. A través de esta obra que presentamos, renace el espíritu de Vitral. Se escuchan de nuevo, a través de sus luminosos editoriales recopilados en este libro, palabras de esperanza, de reconciliación, de democracia.
Ese espíritu de Vitral, que fue el espíritu de la transición española, prevalecerá.
En una de esas casualidades de la vida, Fernando González Urbaneja ha debido ausentarse para acudir a un evento relacionado con el diario Madrid, cerrado por el régimen franquista en 1971.
Pues bien, de la misma manera que el cierre de varias publicaciones reformistas no pudo impedir que su espíritu triunfara durante la transición española, igualmente, aunque hayan silenciado Vitral, ese anhelo de un cambio sensato, pacífico y razonable para Cuba, terminará por triunfar, un feliz día, cada vez más próximo.