Damas de Blanco: ante la represión, coraje y valentía – Libertad Digital
El pasado 20 de mayo un grupo de mujeres, familiares de los presos de conciencia de la llamada Primavera Negra, fueron víctimas de un acto de repudio mientras caminaban pacíficamente por el municipio de Colón, en la provincia de Matanzas. Decenas de partidarios del régimen castrista interrumpieron la marcha dirigiéndose a las Damas con improperios y consignas revolucionarias. Ante estos hechos, la reacción de la Policía Nacional Revolucionaria fue confiscar aparatos electrónicos a las manifestantes (cámara y teléfono móvil) y llevárselas detenidas en patrullas, como si fueran delincuentes. ¿El delito? Caminar entregando flores y exigir la libertad de sus familiares, encarcelados desde hace más de seis años.
En marzo, durante el sexto aniversario del injusto encarcelamiento de más de setenta opositores pacíficos, los familiares de estos presos de conciencia fueron víctimas de retenciones, detenciones arbitrarias, restricciones de movimientos y actos de repudio. El gobierno impidió a distintas integrantes del grupo salir de sus casas o viajar a La Habana para participar en las manifestaciones conmemorativas de aquella oleada represiva. A pesar de ese grotesco intento, las calles de la capital se vistieron de blanco, gracias al coraje y fuerza de estas mujeres: la Jornada VI Aniversario, efectuada entre los días 17 y 22, se llevó a cabo con éxito. En las calle recibieron el apoyo de innumerables cubanos que también desean la libertad y el respeto a sus derechos.
El hostigamiento a este noble colectivo no sólo se ha reflejado en las calles, sino en los ya de por sí menguados bolsillos de sus integrantes. En octubre del año 2008 el gobierno castrista comenzó a bloquear pequeñas transferencias realizadas desde España y dirigidas a familiares de presos de conciencia. Hay una lista negra de damas de blanco que no pueden recibirlas. Así se dificulta la contribución solidaria de los españoles que quieren apoyar a estas mujeres, entre los que se cuentan los implicados en el programa de apadrinamiento de nuestra ONG, que generosamente han apadrinado a numerosas damas y a sus familias.
Con independencia de que el gobierno cubano pueda entrar ahora en la OEA, lamentablemente no vemos que el respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales mejoren en lo más mínimo dentro de la isla hermana. Más bien siguen igual o empeoran. El caso de las Damas de Blanco es similar al de otros grupos democráticos, periodistas independientes y todo aquel que difiera de las ideas del régimen castrista y se atreva a decirlo; cualquier cubano que grite «¡Libertad!».
Autor: Ricardo Carreras