El abuso cruel contra prisioneros de conciencia en Cuba
Antonio Ramón Díaz Sánchez, un líder del Movimiento Cristiano Liberación, prisionero de conciencia, condenado a veinte años de prisión por impulsar pacíficamente el Proyecto Varela que pide los derechos para los cubanos, es víctima del abuso más cobarde por parte del aparato represivo del Gobierno de Cuba.
Después de ser internado durante ocho meses en el Hospital Militar de La Habana, por su delicado estado de salud, Tony Díaz fue nuevamente trasladado a la prisión de Canaletas provincia de Ciego de Avila a mas de cuatrocientos kilómetros de la Ciudad de la Habana donde reside su esposa y su hija de diez años. Este fue el primer castigo por no aceptar el chantaje en el que la Seguridad del Estado le ofrecía mejorar sus condiciones, si aceptaba vestir el uniforme de prisionero común. Desde el 30 de mayo fue encerrado en una celda de castigo, una verdadera jaula, sin recibir prensa, ni llamadas telefónicas, ni salida al sol, ni correspondencia. Permanece en aislamiento total en condiciones inhumanas.
Castigo semejante recibe el abogado y ex oficial antidrogas, Rolando Jiménez Posada, impulsor del Proyecto Varela, condenado a doce años de prisión por supuesta revelación de secretos concernientes a la Seguridad del Estado, por haber denunciado métodos de represión contra los ciudadanos.
Rolando Jiménez, por negarse a vestir el uniforme de prisionero común, está confinado en una celda de castigo en la prisión del Guayabo, en la Isla de Pinos en una situación de verdadera tortura, envuelto en una nube de mosquitos y en condiciones impropias hasta para los animales.
Este duelo entre los carceleros, la Seguridad del Estado y el Gobierno de una parte y estos y otros prisioneros de conciencia por otra parte, es desproporcionado y abusivo, pues los primeros tienen todos los recursos del poder y aplican la crueldad cobardemente y los prisioneros están en desventaja física total frente a semejante sadismo. Sin embargo esta crueldad parece ser el recurso de la impotencia y la cobardía de los que tienen el poder frente a hombres que con inmensos coraje y fe, no se doblegan, porque su causa es la defensa de los derechos de los cubanos.
Ya hemos denunciado esta situación en carta pública dirigida al Presidente de la Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas, Señor Miguel Descoto y al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, recibiendo de estos sólo el silencio como respuesta.
Por este medio estamos apelando a Amnistía Internacional, a Justicia y Paz, al Consejo de los Derechos Humanos de la ONU y a todas las personas e instituciones para que defiendan con urgencia, la dignidad y la vida de Antonio Díaz y Rolando Jiménez y de todos los prisioneros de conciencia que hay en cárceles de Cuba.
Oswaldo José Payá Sardiñas
Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación
Enlaces: Solidaridad Española con Cuba
Autor: Oswaldo José Payá Sardiñas