Moratinos llega a Cuba entre el temor por Fariñas y la esperanza por los presos políticos
La Vanguardia.es
Es un viaje de doble filo, Miguel Ángel Moratinos llegaba anoche a La Habana para apuntalar el proceso de diálogo abierto entre la Iglesia cubana y el Gobierno de Raúl Castro sobre la liberación de presos políticos, así como para dar visualidad a la apuesta que en tal sentido él mismo ha mantenido durante largos años. Pero el ministro español también se arriesga a que el disidente Guillermo Fariñas, gravemente tocado por la huelga de hambre y sed que protagoniza desde el 24 de febrero, fallezca durante su estancia en La Habana.
De un lado, la visita pinta bien por sus posibles resultados a corto o medio plazo. Horas antes de que Moratinos aterrizara en el aeropuerto José Martí, un grupo de la disidencia auguraba la pronta liberación de varias decenas de reclusos de conciencia. ‘Es cuestión de días o semanas que haya una excarcelación masiva de presos políticos’, dijo el portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana por los Derechos Humanos, Elizardo Sánchez.
El disidente explicó que entre 30 y 40 presos políticos estaban siendo entrevistados y sometidos a exámenes médicos bajo el procedimiento que suele anteceder a las excarcelaciones, según informaciones de fuentes familiares avaladas por la percepción de ‘la mayoría de colegas’ de la disidencia, aseguró el mismo portavoz.
Oficiales de Prisiones y de la Seguridad del Estado preguntaron a parte de estos penados, según Sánchez, qué harían cuando quedaran libres. El alentador interrogante podría estar relacionado con la opción de que los reclusos se vayan a vivir a otro país. Moratinos habría hecho gestiones para que no sólo España, sino también Italia y Francia, por ejemplo, acojan a una parte de los cubanos excarcelados.
Elizardo Sánchez, habitual informante de la situación de los presos políticos, difundió además una lista según la cual el número de los encarcelados en la actualidad, 167, es ‘el más bajo en cincuenta años’. El disidente precisó que el tratamiento de los derechos humanos y civiles en la isla sigue siendo ‘pésimo’ y no hay razón, a su juicio, para pensar que eso vaya a cambiar con las liberaciones esperadas.
El impulso a dichas liberaciones, encauzadas en el diálogo establecido hace unas semanas entre el cardenal Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro, es el cometido principal de la que constituye la tercera visita de Moratinos a Cuba desde el 2007. El ministro prevé entrevistarse entre hoy y mañana con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, con el cardenal Ortega y, aunque la cita no se confirmará hasta el último momento, con Raúl Castro.
Los evidentes deseos de Moratinos de subrayar con su visita la apuesta de España por el diálogo que ahora protagoniza más bien la Iglesia se contraponen a sus comprensibles temores ante la posibilidad de que Fariñas pierda la vida uno de estos días a consecuencia de las recientes complicaciones en su estado; en concreto, por el trombo que, localizado en la yugular, pudiera ocasionarle una tromboembolia pulmonar.
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Autor: La Vanguardia.es