Los presos de conciencia y sus familias
Durante la ola represiva de marzo de 2003, conocida como la Primavera Negra, fueron encarcelados setenta y cinco activistas y divulgadores de los derechos humanos. La dictadura cubana mantuvo a varias decenas de presos políticos encarcelados en condiciones infrahumanas.
Más de veinte de ellos fueron periodistas independientes, lo que colocó al régimen cubano en dura competencia con el régimen chino como los regímenes que más periodistas mantenían en prisión por ejercer su profesión. Eso en términos absolutos. En términos relativos a la población del país, la dictadura militar cubana fue, con mucha ventaja, el régimen del mundo que más periodistas mantenía injustamente en prisión.
Los activistas, detenidos por haberse atrevido a manifestar ideas políticas inaceptables por el gobierno o expresarse a favor de la democracia y los derechos humanos, fueron encarcelados junto a presos comunes y situados, en muchos casos, en cárceles alejadas de sus ciudades de origen. Esto obligó a sus familiares a desplazarse largas distancias en un país donde el transporte estaba y continúa en crisis y viajar es un problema.
Las Damas de Blanco
Ante todos estos abusos, tras la ola represiva de marzo de 2003, nacieron en Cuba las Damas de Blanco. Se trata de una asociación informal que reúne a las familiares, esposas, madres e hijas de los presos políticos.
Cada domingo, las Damas celebran una misa por los presos y, poco a poco, han ido logrando un espacio para sus actos pacíficos y sus reuniones, frente a las amenazas, chantajes y maniobras disuasivas del gobierno que, en muchas ocasiones, como un coordinado «acto de repudio», han resultado contraproducentes.
Su incansable y valiente lucha, junto con la presión internacional debido a los acontecimientos cruciales que fueron la trágica muerte en prisión de Orlando Zapata Tamayo y la posterior huelga de hambre protagonizada por Guillermo Fariñas, lograron que, en 2010, el Gobierno cubano acordara con el español – a través de la iglesia católica en la isla – la excarcelación de los activistas encarcelados.
52 de los 75 fueron desterrados a España (de dónde algunos de ellos se dirigieron a otros destinos), 13 decidieron permanecer en la isla y el resto se fue a otros países. Sin embargo, en la isla siguen siendo detenidos los periodistas independientes y activistas que defienden y divulgan las ideas de libertad, democracia y respecto a los derechos humanos.
Las Damas de Blanco continúan su admirable trabajo a favor de los presos injustamente encarcelados. Ningún colectivo es más digno de ser apoyado que las Damas de Blanco y los demás familiares de todos los presos políticos cubanos. Ellos son los que más merecen nuestra solidaridad.