Los disidentes cubanos Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, y Vladimiro Roca, presidente del Partido Socialdemócrata de Cuba, apuestan por un cambio pacífico en Cuba, que les lleve a la democracia.

Oswaldo Payá dijo el fin de semana pasado al diario francés Libération que los opositores quieren una ‘transición pacífica’ y que apuestan por la reconciliación nacional y el perdón – tal y como recogió EFE-. El MCL es partidario de que el cambio en Cuba lo protagonicen los propios cubanos, incluidos los exiliados, sin la intervención extranjera.

Asimismo, Payá mostró su temor a que el régimen elimine a sus adversarios si el actual sistema se siente amenazado. Al parecer ‘si el régimen vacila, los chivatos han recibido la orden de eliminar físicamente a los opositores’.

Sin embargo, el líder del MCL se muestra positivo al afirmar que pese a todo el cambio ‘se producirá rápidamente’ y ‘es inevitable’ ya que ‘la gente no soporta más la idea de vivir un año más’ en la situación de parálisis y expectación que ha generado la enfermedad de Castro.

Por su parte, Vladimiro roca declaró -aunque no se muestre tan optimista- que sí confía en que Raúl Castro lleve apertura a la isla. ‘Estoy casi seguro de que Raúl iniciaría casi inmediatamente una reforma económica general…Él fue también uno de los que empezaron estimulando el mercado agropecuario para buscar campesinos que garantizaran la alimentación del pueblo, mientras que el que se ha cerrado y está contra todas esas reformas es Fidel’,

En una entrevista recogida por ABC Roca explicó así su objetivo en la lucha a favor de la democracia: ‘Yo planteo cambios, no revoluciones. Ya no quiero más revoluciones. Las revoluciones traen sangre y violencia, yo lo quiero todo tranquilo’.

El presidente de PSC también habló sobre una posible represión militar en Cuba en caso de levantamiento popular. Vladimiro Roca dijo al respecto que no cree que esto se dé porque la formación de éstos “ha sido la de defender a la patria de una agresión extranjera (…) la utilización de estas tropas antimotines sería un golpe muy duro para la oficialidad de las Fuerzas Armadas (…) Eso no tendría mucha aceptación entre los oficiales y podría traer la aparición de movimientos disidentes dentro del Ejército’.

Autor: SEC