Carlos M. Estefanía: ¿Cuál es la imagen que, tradicionalmente, ha existido en España sobre Cuba?

María Ángeles Altozano: Con respecto a la imagen de Cuba en España hay muchas versiones, siempre dependiendo de las personas, o tendencias políticas que lo analicen. Lamentablemente hay mucho partidismo en toda esta historia, algo que me crispa, porque yo siempre digo que no hablamos ni de izquierdas ni de derechas, hablamos de libertades, de derechos humanos, de democracia en definitiva. Todo sistema o persona que no respete eso tiene que ser desaprobado.

Y en España Cuba ha sido un tema que, precisamente por ese apego ideológico, ha dividido a los simpatizantes de uno u otro grupo político. En cuanto a la gente en general, creo que existe un gran desconocimiento de la situación en Cuba, la mayoría ve lo que el gobierno cubano se ha empeñado que vean: el país de las playas, los mojitos y la diversión. Pocos se han interesado en conocer esa cara amarga de Cuba que casi salta a la vista cuando se llega a la isla.

Carlos M. Estefanía: ¿Cómo ha cambiado esta imagen?

María Ángeles Altozano: Para mí esta imagen más que haber cambiado, está aún en proceso de cambio. Afortunadamente cada vez son más lo que son conscientes de que Cuba es una dictadura, por muy bien que se lo pase uno allí cuando vaya de viaje. Cuba ha dejado de ser un paraíso, en parte gracias a los viajes, que ha hecho que la gente conozca de primera mano la isla y cómo vive su gente; y en parte gracias a la información. Además aquí en España pesa mucho todavía en nuestra historia la dictadura de Franco, y por eso la gente no puede hacer oídos sordos cuando oye hablar de cosas parecidas a las que se vivieron aquí, como falta de libertad de prensa, libreta de racionamiento, presos políticos..etc..

Carlos M. Estefanía: ¿Cómo nace tu interés por Cuba?

María Ángeles Altozano: Mi interés por Cuba nace curiosamente por un viaje. Yo estuve allí –antes que como encuestadora y miembro de Solidaridad Española con Cuba- como turista. Viajé a Cuba con unas amigas, además de porque queríamos ir a un lugar agradable, con sol, y donde poder descansar, porque nos llamaba la atención conocer un lugar que aún vivía bajo una dictadura, del que se decía que su gente era muy amable y estaba siempre muy feliz.

En Cuba tuvimos la suerte de poder conocer a gente de allá, que además de tratarnos muy bien se sinceró con nosotras, y nos hizo confidentes de su temor a hablar y de sus ganas de salir de Cuba. Eso fue impactante, porque antes de ir no nos imaginábamos en las pésimas condiciones que vivía allí y lo dura que es en Cuba el día a día para el ciudadano de a pie.
La verdad es que pese a que volvimos encantadas con la isla y la gente, nos llevamos un sabor agridulce al ver que sí, que efectivamente aquello era una dictadura pero que la gente no era tan feliz que como se suponía. A partir de ese momento me hice muy sensible al tema de Cuba, y de nuevo, las casualidades del destino, tuve la oportunidad de conocer al presidente de Solidaridad Española con Cuba, quien me propuso ir a hacer la encuesta.

Como ya he comentado, he estado en Cuba como turista y luego como encuestadora y activista. Dos experiencias diferentes sin duda alguna. Porque aunque de ambas me traje un sabor agridulce, de la última vine bastante más afectada, es tal la impotencia que se siente al no poder ayudar a esas personas en ese momento!

La impresión Ya lo he dicho, siempre agridulce. Me quedo con el dulce de la gente de allá, es maravillosa, tienen un carácter muy especial, quizás tener que vivir en esas duras condiciones les ha hecho más fuertes, y también muy sensibles. Y como dije al principio, su sentido del humor y su alegría – a ratos- me recuerdan mucho al carácter gaditano. No sé si tenga que ver…
Y tengo también el agrio del día a día de los cubanos, donde tiene que lidiar con la falta de alimentos, con el miedo a hablar y con las ganas de huir. Esperemos que por poco tiempo, por qué no?

Carlos M. Estefanía: ¿Nos podrías hablar de los éxitos cosechados en esta labor?

María Ángeles Altozano: Solidaridad Española con Cuba ha conseguido en poco tiempo situarse como una organización seria e independiente, y activa, que eso es muy importante, saber que se hacen cosas. Además tenemos ya casi 200 colaboradores de dentro y fuera de España, personas interesadas por el tema de Cuba que nos prestan su apoyo y a los que prestamos nuestra ayuda. Bueno, y lo que para mí es el logro más importante es saber que muchas personas que han viajado a Cuba han prestado ayuda a los demócratas cubanos, y a sus familias, usando los datos de contacto que les hemos ofrecidos. Eso es, sin duda alguna, lo más gratificante de todo, nuestro mayor éxito, que la gente de allá reciba apoyo.

Carlos M. Estefanía: ¿Quiénes son los principales defensores españoles del estatus quo imperante en Cuba?

María Ángeles Altozano: En España, y en otros países, quedan algunos defensores del statu quo en Cuba. Algunos son ideológicos, otros emocionales, nostálgicos. Afortunadamente cada vez son menos. Y ya la mayoría ya no se atreve a defender la dictadura castrista abiertamente. A todos ellos hay que decirles que el pueblo cubano está sufriendo, en gran parte por culpa de las políticas de la dictadura.

Carlos M. Estefanía:¿Cuál es la crítica que les hace solidaridad Española con Cuba” a estas personas?

María Ángeles Altozano: Que no deben colocar sus prejuicios, ideas o nostalgias por encima del sufrimiento de los cubanos. Que deben primero pensar en el bienestar del pueblo cubano.

Y que no tengan dos raseros, dos varas de medir distintas para ellos y para los cubanos. Si para ellos sirve la democracia española, pues entonces los cubanos merecen también un sistema semejante.

Si ellos disfrutan de libertad de expresión, de asociación, de elecciones libres, los cubanos también tienen derecho a estos derechos.

Si para ellos es útil disponer de un teléfono celular, o de un ordenador, o de un automóvil propio, pues entonces estos son bienes que son deseables para los cubanos y que el actual sistema les niega.

Y finalmente, que sentirían ellos si en España no pudieran ir a las mejores playas u hospedarse en hoteles. Pues ese apartheid es el día a día de los cubanos, que deben sufrirlo en su propio país, donde son ciudadanos de segunda. El régimen que se llena la boca con palabras de igualdad, ha convertido a los cubanos en su propio país en ciudadanos de segunda respecto a los turistas. Y ese mismo régimen está formado por una pequeña minoría de jerarcas militares que viven bien, rodeados por una inmensa mayoría de cubanos sumidos en la pobreza, que no tienen ni bienes ni derechos.

Carlos M. Estefanía: Hay quienes en el exilio cubano se pronuncian en contra de los viajes turísticos a la isla ¿Qué opina tu ONG al respecto?

María Ángeles Altozano: En primer lugar, cada uno está en su derecho de opinar lo que quiera. En eso consiste la democracia. De todos modos, pienso que la mayoría de esas personas se pronuncian en contra de los viajes turísticos usuales, pero no creo que se pronuncien en contra de viajes solidarios, de la gente que va a apoyar a los familiares de los presos de conciencia, a las iglesias, de los viajeros que se solidarizan con los que sufren en Cuba por defender la democracia y los derechos humanos.

Además, no podemos cerrar los ojos a la realidad: en torno a 200.000 españoles viajan a Cuba cada año, eso es una realidad, y una opción muy legítima y libre. Si podemos hacer que de esas personas algunas aprovechen su viaje para apoyar la democracia, y a los familiares de los disidentes encarcelados, bien venida sea la ayuda.

Carlos M. Estefanía: En cuanto al embargo norteamericano contra el estado cubano u otras medidas de aislamiento ¿Qué posición sostiene ‘Solidaridad Española con Cuba”?

María Ángeles Altozano: Nosotros aspiramos a unir a personas de distintas ideologías y de distintas opiniones políticas. En general, dejamos que cada uno de nuestros colaboradores tenga sus ideas. Respecto al embargo no tenemos una postura “oficial”. Pero me pregunto si tiene todavía verdaderamente sentido hablar de embargo norteamericano contra Cuba, cuando las empresas de Estados Unidos son desde hace varios años los principales proveedores extranjeros de alimentos a Cuba; cuando el gobierno cubano compra al año 500 millones de dólares de alimentos a esas empresas. Y si no compra medicinas es porque las obtiene más baratas de otros países como México. ¿Podemos en estas circunstancias seguir hablando de embargo?

El embargo más real y más cruel es el que ejerce el gobierno cubano contra su propio pueblo. A los cubanos no se les permite expresarse, ni decir lo que sienten, ni escoger a sus gobernantes, ni escoger entre varios medios de comunicación, ni siquiera se les permite hospedarse en los hoteles buenos, ni tener un teléfono móvil a su nombre o viajar libremente en su propio país; tampoco se les permite salir libremente al extranjero, ni montar un negocio propio….y tantas otras cosas, acciones o palabras,a las que el gobierno cubano les ha colgado el cartel de ”si eres cubano, esto no es para tí”.

Autor: Carlos Manuel Estefanía (Cuba Nuestra)