Personal de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) y agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) rastrean las antenas parabólicas en los tejados de las viviendas de los barrios habaneros para evitar que la población capte la señal de televisiones extranjeras. Esto constituye una violación del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La estrategia del Gobierno consiste en limitar al máximo las posibilidades de los cubanos de obtener fuentes alternativas a la información que ofrecen los medios de difusión nacionales, todos bajo el control del Partido Comunista de Cuba.

El ministro cubano de Informática y Comunicaciones, Ramiro Valdez Menéndez, afirmó que ‘hay que domar el potro salvaje de la tecnología’. Esta afirmación deja patente que el ministro mantiene en la isla una política de estado que impide el acceso a Internet a los ciudadanos.

En las 14 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, funcionan los Clubs de Computación, dirigidos por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), surgidos como parte de la llamada Batalla de Ideas convocada por el convaleciente Fidel Castro. En dichos centros se imparten clases de informática y electrónica, sistema operativo Windows, Microsoft, y adoctrinamiento político ideológico.

El acceso a Internet en dichos lugares es limitado, el gobierno mantiene un bloqueo sistemático a sitios que considera subversivos, por ejemplo www.damasdeblanco.com, sitio de la ONG Solidaridad Española con Cuba dedicado a las madres, esposas y otros familiares de presos políticos en la isla.

La huelga de hambre protagonizada por el periodista independiente Guillermo (Coco) Fariñas Hernández, reclamando el derecho de los cubanos a Internet, confirmó el alto costo que han pagado los cubanos en la defensa de sus libertades.

Según datos oficiales, el archipiélago cubano contaba al cierre del primer semestre de 2005 con 335.000 computadoras, un 2,98 por cada 100 habitantes.

El Gobierno ha justificado que las restricciones del embargo estadounidense contra el país impiden el acceso de los ciudadanos a Internet, cuyo único enlace a la web es por satélite. Expertos han afirmado que la solución del problema radica en la conexión de un cable de fibra óptica entre Cuba y el estado de Florida, en los Estados Unidos.

Tener una cuenta de correo electrónico y conectarse a Internet es considerado ilegal, en la “bolsa negra” (mercado subterráneo) un password (contraseña) para navegar desde la casa cuesta al mes 40 CUC (moneda convertible cubana desvalorizada), con derecho a unas tres horas diarias.

En la opinión de Aurelio Bachiller Álvarez, Secretario General de la Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba (CONIC), el régimen se escuda en que las condiciones económicas del país impiden el acceso a Internet, para enmascarar las razones ideológicas.

La llamada Informatización de la Sociedad que se impulsa en Cuba, patentiza que detrás de ese propósito se oculta la postura de mantener un férreo control absoluto de la información.

Autor: SEC / Misceláneas de Cuba