La presidente de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR), Belinda Salas Tápanes, fue víctima de un fuerte operativo policial en su casa de La Habana el pasado viernes 27 de junio.

La calle Franco entre Clavel y Santa Marta, donde Salas Tápanes reside, fue rodeada por más de 20 autos de la Policía Nacional Revolucionaria y de la Seguridad del Estado. Una ambulancia del Ministerio del Interior (MININT), una guagua y dos patrullas con mujeres vestidas de policía, impidieron la entrada y salida de la vivienda. Además, desde horas tempranas de la mañana a la presidenta le cortaron el teléfono y le bloquearon el acceso al teléfono celular.

Con una orden de allanamiento entraron en la casa 14 oficiales, los cuales intimidaron a Coral Delgado, hija de Belinda, menor de edad. Se produjo un forcejeo entre los policías y la niña, que terminó en gritos y llantos de la menor.

Varios opositores de la provincia de Villa Clara que se encontraban de visita en la casa de Salas Tápanes fueron conducidos a la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) más cercana. Belinda estuvo retenida allí durante 4 horas, y fue interrogada y amenazada por oficiales de la Seguridad del Estado. Su hija, muy nerviosa, quedó sola en su casa. Desde horas tempranas, Lázaro Alonso Román, expreso político y esposo de Belinda estaba detenido por la Seguridad del Estado.

Estos hechos fueron presenciados por Lázaro Ravelo Zayas y su esposa Cecilia Noa miembros del Partido Republicano de Cuba, con delegación en Regla, los cuales iban de visita a la casa de la directora de FLAMUR y les fue interrumpido el acceso a su residencia.

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Autor: Aini Martín / SEC