Hace más de cinco años que el régimen cubano encarceló a sus familiares como presos ´de conciencia´. Las ´Damas de Blanco´ son un grupo de mujeres que se presenta como una forma de hacer presión al estado cubano. ¿Siente la necesidad de ayudarlas? Ahora puede.

Apadrinar a una ´Dama de Blanco´ consiste en apoyar, de forma continuada, a ella y a su correspondiente familiar encarcelado. La iniciativa proviene de ´Solidaridad Española con Cuba´, ONG mediante la que contribuyente puede ayudar, moral y materialmente, a estas mujeres, y permanecer en contacto con ellas mediante cartas, llamadas y, de ser posible, visitas. Aunque la realización de estas actividades corre por cuenta del colaborador, que también puede enviar medicamentos, juguetes, o cualquier objeto que sea necesario.

Colaborar es muy sencillo, ya que la principal de las acciones requeridas para participar es comprometerse durante un año, como mínimo, ya que la organización se compromete a informar acerca del proceso y el estado de la ayuda prestada.

La ONG se encarga de ayudar a los demócratas residentes en la isla, y a sus familias, que intentan contribuír al cambio cubano. Un cambio cultural y social, pero sobre todo, político, que afecta a todas las personas que allí residen, pero de forma muy especial a estas familias. Bajo el réfimen castrista, ser una de las ´damas´ tiene un precio muy alto. Corren el riesgo de ser despedidas de sus empleos, amenazadas o, incluso, de que expulsen a sus hijos de las escuelas. Madres, hijas, hermanas y esposas tienen que pagar porque sus familiares hayan expresado libremente. Una opinión contraria a la del régimen por la que pueden estar encarcelados de 18 a 28 años.

Ejemplos más concretos son los de Milka María, cuyo marido fue condenado a 28 años de cárcel y no ha visto nacer a la hija de ambos, que ahora tiene cinco años, o el de Gloria Amaya, que vive en precarias condiciones y soporta que dos de sus tres hijos (uno se ha exiliado) sigan en prisión sin fecha de salida.

Estas ´Damas´ no sólo representan a los cientos de presos cubanos, sino que materializan un compromiso que estrecha lazos entre nuestro país y la isla caribeña. O, simplemente, una forma de reivindicar la libertad que tanto añora el pueblo cubano.