Opositores denuncian discriminación en la venta de materiales
El gobierno ha negado la ayuda humanitaria al menos a tres opositores políticos o sus familiares, afectados por los huracanes Gustav y Ike, y les ha recomendado pedirla a Estados Unidos, denunciaron fuentes de la disidencia interna.
La Dama de Blanco Melba Santana Ariz, esposa del preso político Alfredo Domínguez Batista, contó a organizaciones de derechos humanos que el delegado del Poder Popular del antiguo central Delicias, en Las Tunas, convocó a una reunión en la que informó que ella no tenía derecho, ‘porque la ayuda sólo era para cederistas destacados y ancianos enfermos’.
Los vientos de Ike arrancaron el techo de su casa, una edificación que data de 1902. Santana y su hijo, recopilando escombros, han logrado cobijarse a duras penas.
‘Pedí una ayuda a la Fundación [Nacional Cubano Americana] para mi y los vecinos, pero la Seguridad del Estado nos ha amenazado con encausarnos si recibimos ese dinero. Ahora la gente ya no quiere la ayuda’, denunció la Dama de Blanco.
En Cacocum, provincia de Holguín, las autoridades dijeron al disidente Franklin Pelegrino del Toro, presidente del Movimiento de Derechos Humanos por la Libertad, que ‘pidiera ayuda a Estados Unidos’.
Pelegrino había solicitado que le vendieran materiales para reconstruir su casa. Su esposa tiene siete meses de embarazo y de ellos también depende un niño de diez años.
El tercer caso documentado es el del ex preso político Rodolfo Bartelemí Coba, de Baracoa, Guantánamo, cuya casa perdió el techo.
Bartelemí informó a la Asamblea para Promover la Sociedad Civil que, a pesar de sus reclamaciones, el gobierno se ha negado a venderle materiales.
‘Un instructor del Partido Comunista dijo que yo trabajaba para los americanos y que los americanos me lo dieran (el techo), y que miraran por qué medio, porque ellos no iban a permitir que pasaran nada para Cuba’, denunció el ex preso.
El pasado 20 de septiembre, Fidel Castro afirmó en un artículo que ‘en Cuba no se discrimina a ningún ciudadano’ y ordenó confiscar o devolver ‘cualquier producto procedente de Estados Unidos’ que llegue a la Isla ‘con fines contrarrevolucionarios’.
El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez Santacruz, informó además del caso del disidente Lázaro Ricardo Pérez García, de la Isla de Pinos, a quien le negaron la venta de tejas.
‘Los vecinos protestaron, se pusieron de su lado y, al final, tuvieron que venderle las tejas’, agregó Sánchez.
Martha Beatriz Roque, líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC), calificó de ‘discriminatorias’ y ‘vengativas’ las prácticas del gobierno en relación con la ayuda humanitaria.
‘Quieren vengarse de los que pensamos diferente del gobierno’, apuntó la también integrante del secretariado pro témpore de la coalición Agenda para la Transición.
‘El pueblo, en general, disiente, pero lo hace calladamente. Los opositores nos mostramos públicamente, y por eso ahora se vengan de nosotros’, apuntó Roque.
Las autoridades distribuyeron gratuitamente en Isla de Pinos un cargamento de latas de sardinas y atún, enviado por Ecuador, y uno de tejas infinitas (cartón con asfalto) en Baracoa.
Otros materiales o alimentos (arroz, tejas de asbesto cemento y huevos) producidos en el país están siendo vendidos a la población, según informes de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
‘De regalado, nada’, aclaró Roque.
Sánchez Santacruz, por su parte, dijo que ‘de momento’ el gobierno ‘se está cuidando de no vender las donaciones’, pero todo el mundo está ‘alerta’.
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Autor: Michel Suárez (publicado en CubaEncuentro)