El déficit de libertades en general y de libertad de prensa en particular que caracteriza al régimen comunista cubano, pasa desapercibido en algunos foros y encuentros internacionales. Por ejemplo, en la última gira de Pérez Roque por España y la UE.

El PSOE sigue fiel al buenismo como guía de su política exterior. Esta semana Soraya Rodríguez Ramos (Secretaria de Estado para Cooperación Internacional), formalizó en La Habana la ayuda que el Estado español va a otorgar al gobierno de los hermanos Castro. En teoría, la finalidad es clara: la reconstrucción tras ser arrasada por los huracanes Gustav e Ike. Sobre los presos políticos, nada se ha hablado y ¿de las razones por las que se impidió la entrada en Cuba a Gracia Regojo? Silencio por parte de quien debería preguntar y por quien debería responder.

No estamos sorprendidos. Pérez Roque cuando estuvo en Madrid dijo que en su país no existían presos políticos y que había libertad de opinión y expresión… Moratinos asintió con un silencio cómplice. Ante las instituciones europeas, mismo discurso del cubano. ¿Reiteración? No, simple constatación de que de la meta del socialismo no se abandonará.

Cuba sigue fortaleciendo su entramado de «verdaderas relaciones». En América Latina hace las veces de padre espiritual e ideológico de regímenes asociados a La Habana, como el venezolano, el boliviano, el nicaragüense…, caracterizados por ser sistemas negadores y vulneradores de la libertad. Todos ellos se han retroalimentado estos días con el (supuesto) derrumbe final del capitalismo.

En los últimos tiempos han recobrado protagonismo históricas alianzas liberticidas del Castrismo, en concreto con Vietnam y con Rusia. La Vicepresidenta vietnamita Nguyen Thi Doan colaboró en la reconstrucción de Cuba con 300.000 dólares, muy inferior a la cantidad entregada por el gobierno español (24,5 millones de euros). Nada nuevo. El régimen vietnamita aporta apoyo ideológico que no se puede cuantificar…

En cuanto a Rusia, se constata el deseo de Moscú por establecer un área de influencia en el Caribe, con el petróleo y el gas como monedas empleadas por Rusia para pagar la lealtad de sus socios. ¿Qué importancia tendrá para el binomio Putin-Medvedev el tema de los presos políticos cubanos? Nos tememos que ninguna. Rusia y el pluralismo del tipo que sea, son conceptos antagónicos.

Autor: (publicado en El Diario Exterior)