El Telégrafo
El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, descartó que su Gobierno levante el embargo económico a Cuba, aunque reafirmó la voluntad de la administración de Barack Obama de cambiar la política hacia la Isla.

“No”, respondió brevemente el funcionario ante la pregunta si en el marco de la política para América Latina de la nueva administración estadounidense se consideraría levantar el embargo a la isla, durante una rueda de prensa el sábado al cierre de la cumbre progresista en Chile.

“El presidente Obama y yo aclaramos durante la campaña que pensábamos que había necesidad de una transición en nuestra política hacia Cuba”, declaró Biden.

Pero, agregó, “pensamos que son los cubanos quienes deberían determinar su destino y ser capaces de vivir en libertad y con la posibilidad de prosperidad económica”.

Cuba, afirmó el vicepresidente, “no es el principal desafío que enfrenta el hemisferio”, sino que ese lugar está ocupado ahora por la economía, en un contexto de crisis financiera global.

Estados Unidos mantiene un embargo económico sobre la Isla de gobierno comunista desde hace más de 47 años (7 de febrero de 1962) al que las autoridades cubanas le atribuyen muchos de los problemas del país.

Varios presidentes latinoamericanos han instado a Washington a que levante su embargo, pero Obama por el momento solo ha flexibilizado su política y autorizó con limitaciones los viajes y remesas de los cubanos que residen en Estados Unidos pueden hacer y enviar a la Isla.

El mandatario estadounidense también ha condicionado un cambio en el enfoque de la política hacia la Isla a cambio de que sus gobernantes demuestren que respetan las libertades civiles y los derechos humanos.

En este contexto. Estados Unidos instó la semana anterior a Cuba a excarcelar “incondicionalmente” a los presos de conciencia, en un comunicado que también deploró la represión de un intento de protesta de las Damas de Blanco, el pasado domingo, en La Habana.

El comunicado de Washington indicó que las mujeres “de forma pacífica pedían la excarcelación de los prisioneros de conciencia” y “ejercían su derecho a la libre asociación, garantizado por la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la cual Cuba es signataria”.

Cuba calificó la protesta de las Damas de Blanco de “provocación contrarrevolucionaria”, “burda” y “descarada”, realizada por un “reducido número de elementos mercenarios”, a los que acusó de recibir financiación de Washington, señaló en un comunicado difundido por la televisión y prensa oficial.

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Autor: El Telegrafo/AFP-EFE