Queridos amigos todos, representantes del pueblo de los Estados Unidos de América:

Mucho se habla de las relaciones entre mi país y el vuestro, este no es el tema hoy, pero es algo que si está en el fondo de lo aquí se hace hoy. Por eso elijo este tema para comenzar y elijo solo dos palabras para definir la relación deseada y proclamar la buena voluntad entre nuestros pueblos: queremos ser libres y amigos.

Ninguna suspicacia ni maniobra podrá contaminar estos términos porque expresan la vocación que Dios siembra en todos los seres humanos al crearlos dotados de libertad y todos hermanos entre si.

Gracias por este gesto solidario en que se reconocen el valor y la entrega a la causa de la justicia y la libertad de estos cubanos hermanos nuestros: Iris y Jorge Luis y los prisioneros de conciencia Iván Librado y José Daniel. Este último calificativo prisioneros de conciencia es nuestra expresión de admiración y gratitud para los que no podrán participar, ni siquiera escuchar lo que aquí se diga por que han dado su voz, su salud y lo mejor de sus vidas a su prójimo, que son los cubanos que hoy no tienen libertad.

Ellos luchan para que todos, algún día, tengan su propia voz y puedan vivir sin miedo y sin la opresión del totalitarismo que les devora su tiempo.

Puedo hablar de todos ellos, hablar de un hermano, José Daniel Ferrer García, uno de los líderes del Movimiento Cristiano Liberación que desde su juventud temprana está dedicado a esta causa justa, pero por esa misma razón puedo, debo y tengo el honor y la satisfacción de hablar de todos los prisioneros de conciencia cubanos.

¿Porque están presos?, por defender y promover pacíficamente los derechos de los cubanos, por emitir sin miedo las denuncias a las violaciones de estos derechos, por escribir y hablar la verdad que en cuba está prisionera, los prisioneros de conciencia en Cuba fueron condenados sobre bases falsas, acusados de trabajar para vuestro gobierno, cuando en realidad sólo trabajaban para que los cubanos pudieran escoger libremente su propio gobierno democrático.

Fueron condenados sobre la base de la calumnia acusándoles de atentar contra la independencia nacional cuando ellos y nosotros consagramos la vida a luchar por la soberanía y la independencia nacional pero desde la convicción de que la soberanía y la independencia nacional si son verdaderas, son inseparables de la libertad y los derechos de los ciudadanos.

Hoy se erigen y sostienen muchos regímenes a nombre de la defensa de la soberanía de los pueblos, mientras les quitan la libertad a sus ciudadanos les silencian y les dejan sin voz y sin la posibilidad real de decidir soberanamente su destino. Los cubanos no tenemos confusión en eso. Queremos ser y siempre seremos un país independiente y no queremos vivir de otra forma pero tampoco sabemos, ni podemos ni queremos vivir sin libertad.

Jamás hemos escogido este régimen sin derechos que nos oprime.

Aunque el gobierno cubano y otros se empeñen en silenciarlo, todos saben que los encarcelamientos masivos se produjeron en marzo del 2003 para intentar liquidar el Proyecto Varela, que abrió el camino que puede transitar el pueblo por su propios derechos. No podemos dejar que se olvide y se silencie esa causa por la que muchos de ellos fueron encarcelados, porque sería olvidar la causa de la libertad de los cubanos.

No vamos a abandonar el Proyecto Varela porque aún los cubanos no disfrutan de sus derechos fundamentales y muchos luchadores pacíficos dentro y fuera de cuba sostienen esa antorcha de esperanza y determinación.

Mientras tanto el gobierno de Cuba y otros con poder fuera de cuba quieren silenciar y descalificar esta campaña por los derechos de los cubanos. Pero seguimos y seguiremos adelante porque los cubanos deben y merecen ser libres como también todos los pueblos del mundo.

Ni un poder tiránico ni muchos poderes juntos, nos harán abandonar este camino, porque sería olvidar a José Daniel y todos nuestros hermanos prisioneros, porque sería olvidar a nuestro pueblo ahora sin libertad y no los olvidaremos, como el pueblo hebreo en el cautiverio nunca olvidó Jerusalén.

Si quieren apoyar a nuestro pueblo apoyen con su voz y con sus corazones el camino pacífico y de reconciliación pero inequivocamente hacia la libertad y los derechos que queremos hacer los cubanos por nosotros mismos.

Gracias queridos amigos

Oswaldo José Payá Sardiñas
A nombre del Movimiento Cristiano Liberación

Autor: Oswaldo Payá Sardiñas