Fariñas: «Me siento extraño en casa»
El País.com
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que pasó más de cuatro meses en huelga de hambre para pedir la libertad de los presos políticos en la isla, ha regresado a su casa tras recibir el alta en el hospital donde transcurrió la mayor parte de su ayuno, que abandonó el pasado 8 de julio después que el régimen anunciara la liberación de 52 reos.
‘Me siento extraño en casa, adaptándome, abrazado con mi hija, mi hermana, esperando a mi sobrina que considero como a mi hija adoptiva’, declaró desde su residencia en la ciudad de Santa Clara, unos 300 kilómetros al este de La Habana. El periodista, de 47 años, asegura que su plan es ‘comenzar a escribir artículos de nuevo en cuanto pueda’.
Según explicó, los médicos decidieron darle el alta porque sus índices de coagulación han mejorado, pero a partir de ahora su caso tendrá que ser seguido por un especialista cada 15 días. En las próximas semanas tendrá que utilizar una silla de ruedas hasta que los médicos decidan dar el visto bueno para que comience el trabajo de fisioterapia y poder caminar.
El pasado 24 de febrero Fariñas inició una huelga de hambre y sed en homenaje al preso fallecido Orlando Zapata que duró 134 días, y que concluyó el 8 de julio después de que la Iglesia católica anunciara el compromiso del Gobierno cubano de liberar a 52 disidentes del Grupo de los 75, condenados en 2003. Veinte de ellos ya han sido excarcelados y han sido trasladados a España, hecho que el periodista considera una victoria, tanto para el Gobierno cubano, ‘porque han aprendido a ser flexibles con sus opositores’, como para la disidencia, porque ha aprendido que ‘con perseverancia, dignidad y no violencia se pueden lograr objetivos’. No obstante, dice no sentirse plenamente satisfecho de cómo se ha producido el proceso por el traslado directo de los opositores desde la cárcel hasta el avión en el que viajaron con sus familias hasta Madrid.
Fariñas reitera que no ha abandonado su protesta, sino que la ‘ha pospuesto’, y asegura que analizará la posibilidad de reanudarla si el Gobierno de Raúl Castro no cumple con su compromiso en el plazo máximo de cuatro meses dado para liberar a los 52 reos del Grupo de los 75 que quedan en la cárcel. También opina que si el régimen libera a todos los presos políticos, la disidencia cubana ‘debe entrar en otra etapa, que es sentarse a valorar que nos une y que nos separa. Y trabajar en lo que nos une y dejar lo que nos separa para cuando haya democracia en Cuba’.
Para el disidente, Cuba vive una ‘coyuntura histórica importante’, aunque ‘no debemos confiarnos. No debemos acomodarnos. Debemos seguir empujando otras puertas’, concluye.
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Autor: El País.com