«Cuba no ha dado ni un paso en derechos humanos»
La Prensa.com
Fueron 2.681 días encarcelado en condiciones que él no vacila en calificar de “infrahumanas”. José Ubaldo Izquierdo Hernández (44 años) fue detenido por el régimen castrista desde el 19 de marzo de 2003 y hasta el 23 de julio reciente recuperó la libertad que le arrebató el régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, que han gobernado la isla desde hace 51 años.
El día que lo arrestaron igual que a otras 74 personas, en un hecho que más tarde se conoció como la Primavera Negra decenas de agentes llegaron a su casa a bordo de seis autos, rompieron los colchones y encontraron algunas de sus notas y libros prohibidos en Cuba, los mismos que algunos vecinos llegaban a leer por espacio de algunas horas, según recordó Yamilka Morejón, su mujer y madre de tres de sus hijos, cuando este miércoles ellos llegaron desde Madrid a Santiago de Chile, donde residirán y él espera trabajar en Maipú, un provincia en la Región Metropolitana de ese país.
Izquierdo está agradecido. Agradece las gestiones del Cardenal Jaime Ortega, también el apoyo de otros cubanos residentes en Chile y el del Gobierno de Sebantián Piñera. Él confía en que ahora podrá desarrollar oportunidades reales para su familia y asegura que no desistirá en la lucha por las libertades del país que ha dejado. Pero si hay algo de lo que está más seguro es de que su salida de la cárcel de Guanajay, ubicada a 45 kilómetros al oeste de La Habana, no fue realmente una excarcelación, “sino un destierro” y sostiene que esto no se trata de nada menos que “la metodología del régimen” para liberar presión, que es la misma razón a la que considera que obedece el anuncio del permiso para la apertura de negocios privados, hecho por Raúl Castro.
Izquierdo viajó con siete de sus familiares: la esposa, sus hijos Alejandro (18), Jennifer (9) y Maricarla (4); sus suegros José Francisco Rodríguez y Sonia Morfa, y Dayán, un sobrino mayor de edad. Pero dejó a otros ocho en Cuba, incluida una hija de 13 años, con una pareja anterior, que se negó a viajar porque no quería dejar a su mamá.
Desde Santiago de Chile, entre los apuros que tiene por instalarse, Izquierdo conversó telefónicamente con Domingo.
¿A pesar de su encarcelamiento, que tan al tanto se mantuvo usted de la situación en Cuba? ¿Qué es y cómo valora lo que ahí está pasando?
Sí. Bastante me mantuve al tanto. La situación en Cuba es bastante difícil. La carestía de la vida es inmensa. La miseria se apodera del país por días. Las cosas realmente están muy mal. Para que te des una idea, el salario medio en Cuba es de 400 pesos cubanos, que al cambio de la moneda oficial (el CUC o peso cubano convertible) equivale a menos de veinte dólares. De manera que la situación es caótica. Lo que te ofertan en la cartilla de racionamiento no te alcanza ni para una semana. Entonces todo está muy mal y la población está desconcertada.
Y sobre el estado de los derechos humanos ¿qué es lo que percibe?
Para nadie es un secreto que la situación de los derechos humanos en Cuba también está bastante deteriorada, dado que cada día la situación es más deficiente. Recientemente la madre del mártir cubano del presidio político Orlando Zapata Tamayo (muerto tras una huelga de hambre que duró 86 días), recibió una golpiza con cables eléctricos envueltos en toallas por una turba de unas seiscientas personas. Reina Luisa Tamayo y su familia corren grave peligro en Cuba.
Y eso es por darte un ejemplo de una problemática que nos preocupa sobremanera, porque el régimen no ha dado un paso siquiera en materia de derechos humanos, porque nuestra excarcelación no significa que hay respeto a los derechos humanos, porque en todo momento nosotros estuvimos indebidamente encarcelados. También esto es la metodología del régimen cada vez que recibe presión internacional en materia de derechos humanos: alivia la presión que tiene sobre él, destapando una válvula de escape de una olla, situada sobre un fogón, al fuego vivo abajo y ya sin agua, que si no la destapa la válvula puede explotar. Eso es lo mismo que acaba de pasar.
El régimen cubano ha liberado a veinte presos, aunque la promesa ha sido de más de cincuenta. ¿Cuántos presos políticos hay ahora en Cuba?
Bueno con nosotros los 52 que quedábamos del grupo de los 75, de la llamada Primavera Negra suman entre 167 y 200 presos políticos, que según hemos sabido serán desterrados todos, porque el régimen quiere vaciar las cárceles. Lo que no sabemos es que harían con los que se quieren quedar allá, que hay algunos.
¿A qué cree que obedece esa acción del régimen cubano para librarse de los presos políticos?
Lo primero es quitarse la presión de encima, porque sabe que la Unión Europea va a discutir en septiembre la posición común (que desde 1996 rige las relaciones y cooperación con la isla). Pero lo principal que le está preocupando al gobierno cubano sobremanera son las marchas en las calles, como las valientes Damas de Blanco, que nosotros llamamos las Marianas Grajales, que fue madre de los Maceo (sus hijas e hijos que participaron en la gesta revolucionaria de 1868). A quienes no es cierto que la gente repudia como dice el gobierno, porque sabemos que en realidad son turbas contratadas por ellos. Es decir, la oposición en Cuba cada día está tomando más fuerza: los jóvenes en las universidades que toman conciencia o valientes blogueros como Yoani Sánchez y otros amigos.
Pero fuera de Cuba parece un poco diferente. Sé que no es el caso exacto de Chile, donde hay expresiones regulares contra el régimen, pero sí el de Nicaragua. Aquí la mayoría de los residentes cubanos prefiere no referirse al régimen castrista.
El problema es una cosa, que en Nicaragua existe un régimen de corte comunista y creo que eso ustedes lo han vivido. No voy a decirte algo sobre Daniel Ortega, porque él es presidente electo democráticamente y respeto cada tema con tal de que no sea dictatorial… Pero quizá por eso los cubanos tienen ahí algo más de temor. Es distinto en Chile.
¿Y usted qué actitud va a tener ahí en Chile respecto a Cuba?
Acá trabajar mucho por mi familia, por su bienestar y trabajar por la libertad de Cuba, tratando de hacer gestiones porque se mantenga la posición común por el bien del pueblo cubano, unirme a cada votación sobre derechos humanos para que Cuba sea sentenciada.
Quienes están a favor del régimen critican que de posiciones así, es que el exilio cubano crea un sistema de lucro contra el régimen castrista. ¿Qué piensa de eso?
Eso ha sido siempre la justificación de la dictadura cubana. Si hay gente que apoya a los hermanos Castro, pero en cierta manera casi todo el pueblo sabe que se necesita un cambio, que no se puede seguir viviendo como estamos.
¿Qué expectativa tiene para Cuba?
Yo quisiera ver una Cuba democrática. En mi recibimiento en Chile me recordaron palabras que dijo el propio Papa Juan Pablo Segundo (q.e.p.d.): “Que los cubanos no encuentren fuera de Cuba lo que pueden tener dentro”, “que sea ellos son los protagonistas de su historia” o como decía nuestro hermano Osvaldo Payá: “Tener derecho a tener derechos”. El régimen vende la idea de que nosotros somos rechazados, pero no, en nuestros barrios nosotros nunca nos enfrentamos al pueblo cubano, éramos respetados y eso el régimen cubano lo sabe.
¿Y confía en que sus expectativas se cumplan pronto?
Nosotros tenemos la profunda fe y estamos muy esperanzados en que sea pronto, porque el régimen ya no soporta más tanto desastre económico y social.
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Autor: La Prensa.com