La ONG española Solidaridad Española con Cuba (SEC) deplora el uso propagandístico de la visita papal por parte del gobierno castrista y lamenta que el Papa no se haya entrevistado durante su viaje a Cuba con Las Damas de Blanco o con otros miembros de la oposición cubana.

Benedicto XVI ha tenido tiempo para reunirse con dos dictadores, pero no para encontrarse con miembros de la oposición o la sociedad civil independiente; quienes han solicitado un encuentro en reiteradas oportunidades.

El Papa ha perdido así una excelente ocasión de encontrarse con las Damas de Blanco –le habían pedido un minuto-, un ejemplar movimiento opositor que se congrega cada domingo en la iglesia católica de Santa Rita, o con Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano Liberación y Premio Sajarov por el Parlamento Europeo, quien mantuvo su catolicismo cuando el gobierno castrista perseguía en Cuba a los que se declaraban creyentes e imponía el ateismo oficial. O a Dagoberto Valdés Hernández, un prestigioso intelectual católico hostigado por el castrismo.

Lamentablemente, el gobierno castrista ha impedido el acceso a las misas a centenares de opositores y ha secuestrado en buena medida los actos públicos de esta visita, que sin duda usará con fines propagandísticos.

En palabras de Ricardo Carreras Lario, presidente de SEC: “Además de reunirse con los opresores, el Papa debería haberse reunido con los oprimidos, y a la cabeza de ellos están quienes defienden la democracia y los derechos humanos en Cuba. Fueron quienes defendieron el catolicismo cuando más falta hacía y entre ellos están algunos de los más sinceros católicos de la isla. Ellos también son parte de Cuba, incluso puede decirse que la mejor parte y merecen la solidaridad de un líder espiritual como el Papa.”

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