La mayoría de los cubanos admite que la Tarea Ordenamiento era necesaria para la economía del país, pero considera que el proceso ha dañado notablemente sus vidas a juzgar por los resultados de la encuesta que Cubadebate activó ayer en su página web y deja ver el descontento de los ciudadanos con los efectos de las reformas.

La encuesta, que este martes continúa activa, cosecha algunos resultados demoledores, como el 94% de cubanos que no pueden satisfacer sus necesidades a través de su salario (un 67% rotundamente y un 29% parcialmente). Solo el 4% de los usuarios asegura tener sus necesidades cubiertas con el sueldo que percibe y que, si bien se ha elevado, no basta para adquirir los bienes y servicios indispensables para las familias.

El 78% juzga desmedido el aumento de todos los precios y el 22% de algunos de ellos. Apenas el 1% cree que son acordes a los nuevos sueldos. Además, un 92% de votantes es contundente al asegurar que la calidad no ha mejorado con la subida. El 8% restante opina que sí percibe mejoras en algunos casos pero ningún votante ha elegido la opción ‘Sí, en todo’.

En la encuesta, el 41% asegura que no logra adquirir ‘los productos y servicios de primera necesidad’ con el nuevo salario, jubilación o pensión y el 46% afirma que solo puede conseguir una parte, mientras que solo el 13% respondió que sí logra cubrir los gastos básicos.

Mientras el salario mínimo subió en la Isla a 2.100 pesos mensuales (87 dólares) y la pensión mínima a 1.528 (63 dólares), el Gobierno eliminó subsidios a muchos alimentos, a los servicios más importantes como la electricidad, el agua potable, el gas y se encarecieron algunas prestaciones.

Aquí, las críticas que se escuchan en las calles de la Isla se reflejan fielmente en la encuesta del medio oficial. La mayoría del salario de los cubanos se va en alimentación (48%), suministros (25%), artículos de aseo (18%) y transporte (6%), quedando un 2% destinado a otros gastos.

Al desabastecimiento que impera desde hace más de un año en los mercados, se suma el costo de la comida. La libra de cerdo ha llegado a valer 120 pesos, el arroz entre 30 y 40, y un cartón de huevos 300.
También es notable el rechazo a la reforma salarial en la encuesta, puesto que hasta un 78% de los votantes considera que no se está logrando ‘enderezar la pirámide en todos los sectores’ para que se pueda cobrar en función del ‘trabajo y capacidad’ de cada uno. Solo un 9% votó sí, mientras el 12% restante considera que no sabe lo suficiente.

En la Isla no han sentado muy bien algunos aspectos relativos al salario, donde incluso ha habido que hacer varias rectificaciones. Que un policía cobre más que un maestro tampoco ha gustado a muchos que siguen manteniendo la fe en que la Educación era uno de los pilares de la Revolución.

En la misma línea queda el asunto de la desigualdad. No hay preguntas específicas sobre las tiendas en divisas, pero los más de 550 comentarios que acumula la nota reflejan el disgusto entre la población, incluso la más afín al Gobierno, que las considera fuente de unas desigualdades contra las que vino a luchar el socialismo hace 60 años.

‘¿Por qué no está en la encuesta si el nuevo salario alcanza para comprar en MLC? Porque el ordenamiento monetario lo que ha hecho solamente es intensificar las tiendas en MLC. Por tal motivo no se ha unificado la moneda en absoluto, seguimos con dos el CUP para nada y el MLC (ese si vale donde hay de todo). Estamos peor que antes’, protesta un comentarista cuya opinión es muy celebrada.

Aunque algunos lo justifican por la necesidad del Estado de obtener liquidez. ‘Yo no tengo MLC ni nadie que me lo envíe, pero por lo que se ha explicado las tiendas en MLC no son la solución para el consumo del pueblo, sino para mantener al pueblo. El país no tiene divisas y estas tiendas es una vía para que entre MLC con los cuales sostener al país’, responde otro que también encontró contestación.

‘Lo que tienen que acabar de dejar hacer son las Pymes y dejar que el cubano invierta en su propio país. Dejar de buscar tanta inversión extranjera y dejar que los cubanos que quieran invertir inviertan. Nadie va a invertir su dinero mejor que un nacional, pero no quieren acabar de darse cuenta de eso’, subraya una lectora.

La población en cambio no se muestra tan disconforme con la información que tiene disponible sobre la Tarea Ordenamiento. Creen que los medios de comunicación han facilitado bastante, aunque muchos piensan que aún haría falta más, o se sienten razonablemente bien con las explicaciones que se les han dado en sus centros de trabajo. Si bien ambas preguntas muestran la necesidad de que haya más claridad en el proceso, los descontentos no son tan notables como cuando se habla de la calidad de vida.

El cuestionario también indaga sobre el cambio de moneda, donde ganan por muy poco (52%) los que consideran que hay pocos sitios donde conseguir deshacerse del CUC. El 55% aseguran realizar esta operación mayoritariamente en el banco, mientras un 31% lo hace en las tiendas. Hasta un 14% confiesa hacerlo por la izquierda, una opción abiertamente contemplada en la encuesta.

En lo que respecta al empleo, el impacto no ha sido muy grande a juzgar por los votos cosechados. Un 79% mantienen el que tenían, el 6% está interrupto, un 8% busca empleo y hasta un 5% ha seleccionado la opción ‘No me interesa trabajar’. Apena el 1% dicen haber encontrado trabajo al salir a buscarlo.

Esta es la primera encuesta pública sobre un tema tan medular en la vida de los cubanos en varias décadas, con excepción de la realizada durante la elaboración de la nueva Constitución. Por regla general, el Gobierno evita este tipo de sondeo con resultados a la vista y prefiere recoger ‘la opinión del pueblo’ a través de métodos como las reuniones de centros de trabajo, los encuentros en núcleos del Partido Comunista o los informantes en las calles.

En la última pregunta, la encuesta recoge el grado de satisfacción con las rectificaciones hechas por el Gobierno. Hasta un 95% consideran necesarias todas las que se han hecho y, por las anteriores respuestas se puede interpretar que aprobarían cualquier otro cambio que implique rebajar las tarifas o subir los salarios.

Los cubanos, que han sufrido escasez de alimentos por años, han visto agravarse la situación en una crisis más profunda desde la llegada del covid-19. En medio de este panorama el Gobierno decidió realizar la unificación monetaria y hacer cambios drásticos en la economía, un momento que para la mayoría de ciudadanos aumenta la incertidumbre con la que está acostumbrado a vivir.

‘El país necesitaba algo así pero no ahora. En este momento de crisis por la pandemia es doblemente angustiante todo lo que hay que vivir’, dice una lectora.
Autor: 14ymedio.com