La cadena alemana Deutsche Welle ha creado el documental Cuba: La revolución que se desvanece. Además de la importancia de la propia pieza, que pone el foco en la crisis social, económica y política que se vive en la isla, su difusión es muy relevante, dado que DW es un servicio de difusión pública.

Cuba lleva más de 60 años sumida en un sistema de gobierno que no permite la libertad de expresión, de asociación ni de sindicados independientes. Además, reprime a las voces discordantes con el sistema. Todo ello en un contexto marcado por la crisis económica.

Ante esta situación, la esperanza de los cubanos por mejorar y hacer frente a la inflación está llegando a su fin.

El documental, grabado en La Habana, muestra el día a día de los isleños. Una cotidianeidad marcada por la escasez de alimentos, de medicinas y de electricidad.

El salario actual de los cubanos, menor a 3 euros al día, no se corresponde con los precios del mercado. La elevada inflación hace imposible cubrir las necesidades vitales de la población. Algo tan sencillo como comprar un par de zapatos implicaría estar sin comer meses.

En el largometraje se muestra cómo la música llena las calles de La Habana, aunque la realidad de sus habitantes es muy distinta.

Un intento de reforma económica fallido

En 2021, el Gobierno cubano aprobó una reforma monetaria que establecía un único tipo de cambio con el objetivo incumplido de sanear la economía, elevar salarios y pensiones.

Sin embargo, en las calles siguen existiendo otras monedas: el peso al tipo de cambio oficial y al del mercado negro, que llega a alcanzar hasta cinco veces más de valor. Incluso existen comercios que solo aceptan dólares, divisas occidentales o tarjetas. 

Esta reforma fallida está provocando tales niveles de inflación que la población cubana se encuentra cada vez más empobrecida, sufriendo una caída de su capacidad adquisitiva.

La tormenta perfecta

En el documental, el profesor de Historia Sergio Guerra expone cómo el bloqueo de EE.UU., la pandemia de COVID-19, el consiguiente paro del comercio internacional, la reducción de remesas y el paro del turismo han provocado una tormenta perfecta de factores que han agudizado aún más la crisis en el país.

Aunque estos elementos han tenido un impacto negativo, para la también profesora Alina López Hernández, el bloqueo no es un elemento decisivo que pueda justificar las pésimas condiciones de los cubanos. En el documental expone varias contradicciones: Cuba es una isla y hay escasez de pescado y sal, tienen tierras fértiles, pero no hay frutas ni verduras. Afirma que eso no es culpa del bloqueo, sino del modelo de socialismo que no ha funcionado.

Todo ello, sumado a la falta de libertad de expresión, está provocando que la gente deje de creer en un futuro mejor. Sin embargo, el miedo a hablar y acabar presos provoca que muchos callen. Así lo expone el músico Javier Rodríguez en el documental. Afirma que «les han metido tanto miedo durante tantos años que no se atreven. Es como esos animales que han vivido en cautiverio toda la vida y que, al abrirles la reja, se quedan frente a la selva y no saben qué hacer y prefieren entrar de nuevo […]. Prefieren no arriesgarse a la libertad».

Aunque las voces afines al gobierno continúan lanzado su discurso revolucionario, los cubanos están llegando a su límite, perdiendo la esperanza en que las cosas mejoren y optando por emigrar como la única solución posible.

El documental completo se puede ver aquí: