Representantes de la disidencia interna y organizaciones internacionales pidieron el miércoles a la Unión Europea (UE) que dé prioridad al tema de los derechos humanos en su diálogo con La Habana, en especial después de que el Consejo Europeo decidiera en junio levantar definitivamente las sanciones diplomáticas de 2003.

En una intervención ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Adam Mascaró Payá, sobrino del líder del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá, leyó una carta de su tío en la que pide a la UE que dé prioridad al respeto de los derechos humanos en sus conversaciones con las autoridades cubanas, ‘cualquiera que sea el campo de relaciones’.

Mascaró, que también planteó la demanda a la Presidencia de la UE, representada por el subdirector de Asuntos Humanitarios y Sociales del Ministerio francés de Exteriores, Jacques Pellet, destacó que el Parlamento Europeo se muestra ‘constantemente solidario’ con el pueblo cubano, y solicitó a los Veintisiete que trabajen para mejorar la situación de los derechos fundamentales en Cuba, en especial la libertad de salir y entrar de la Isla sin ‘discriminaciones y humillaciones’.

La organización Amnistía Internacional (AI) planteó a la presidencia francesa un decálogo para no caer en la ‘complacencia’ y revisar de forma crítica la situación en Cuba.

AI señaló que las personas que son críticas con el régimen, como periodistas independientes o defensores de los derechos humanos, son considerados un ‘peligro social’, y la legislación cubana permite sentencias de ‘reeducación y vigilancia’ contra ellos.

Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) consideró que el levantamiento de las sanciones de 2003 debe tener ‘una contrapartida’.

La UE adoptó las sanciones diplomáticas de 2003 para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes, condenados a penas de hasta 28 años de cárcel. De ese grupo, 55 opositores siguen cumpliendo sentencia.

La aplicación de las sanciones estaba congelada desde 2005, pero La Habana exigía su levantamiento definitivo como condición para normalizar las relaciones con los Veintisiete.

‘La mejora manera de medir la libertad (en Cuba) es ver cuántos compañeros periodistas siguen encarcelados’, afirmó el representante de RSF, Olivier Basille.

A su juicio, las medidas tomadas por el régimen en los últimos meses ‘son interesantes sobre el papel’, pero ‘hay que exigir más a las autoridades cubanas’.

El eurodiputado socialista español Raimón Obiols, presidente de la Delegación para las Relaciones con los Países de América Central, opinó que la decisión del Consejo Europeo restituyó ‘las cosas en el sitio de donde no deberían haber sido sacadas’.

No se debe ‘intentar presionar’ a un país como Cuba, que ha demostrado resistir décadas al embargo impuesto por Estados Unidos y que puede aguantar mejor sanciones impuestas por la ‘lejana Europa’, dijo Obiols.

De su lado, el diputado portugués del Partido Popular Europeo, José Ribeiro, afirmó que no ve ‘mejoras’ en la situación de los derechos humanos en Cuba, y consideró que ésta más bien ‘ha empeorado’.

Para Ribeiro, el levantamiento de las sanciones de 2003 fue una ‘falta de respeto’ del Consejo Europeo al Premio Sajarov, que entrega la Eurocámara, y que en 2003 y 2005 recayó respectivamente en Oswaldo Payá y en las Damas de Blanco.

Enlaces de interés:

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Las Damas de Blanco

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Autor: CubaEncuentro