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Disidentes cubanos lamentaron que la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que ayer inició una visita oficial a la isla, no quisiera reunirse con ellos y más aún por la historia personal de la mandataria, perseguida política durante la dictadura de Augusto Pinochet.

En la primera visita de un mandatario chileno a la isla desde los tiempos de Salvador Allende y con el objetivo de fomentar ‘la integración regional’, Bachelet se reunió ayer con su par cubano, Raúl Castro, y hoy inaugurará la Feria Internacional del Libro local, que este año está dedicada a Chile.

Su visita de 72 horas no estuvo exenta de polémica. El economista opositor Oscar Espinosa calificó de ‘muy lamentable’ e ‘inconsecuente’ la decisión de la mandataria de ‘no reunirse con personas que están sufriendo ahora lo que ella sufrió’ en los años 70, en el Chile de Pinochet.

‘Es una persona que tiene mucho prestigio en Cuba dentro de la disidencia. Estuvo presa ella misma, torturada por el pinochetismo. Su padre fue asesinado’, dijo Espinosa, uno de los 75 opositores encarcelados en la oleada represiva de 2003, ahora liberado por motivos de salud.

Por su parte, Vladimiro Roca, dirigente de la Agenda para la Transición, declaró que la ‘indiferencia’ de Bachelet ante la disidencia interna cubana ‘significa una claudicación’ y es algo ‘inesperado’, dados ‘los antecedentes de defensa de los derechos humanos que ha tenido’.

‘Es una persona que sufrió los efectos de una dictadura, perdió a su padre, sufrió cárcel y tortura y estuvo bajo un régimen opresivo. La historia de ella es la que nos hace sentirnos defraudados, porque con esa historia esperábamos más solidaridad’, señaló Roca.

El gobierno chileno había dejado en claro hace semanas que la gobernante no tiene previsto reunirse con los disidentes, y para ello argumentó que durante una visita de Estado debe atenerse al protocolo dispuesto por los anfitriones. Esta decisión ya le había valido fuertes críticas en Chile, tanto de la oposición como del oficialismo. Incluso la Democracia Cristiana, que forma parte de la coalición de gobierno, prohibió a sus parlamentarios integrar la comitiva.

En los últimos dos meses, otros tres mandatarios latinoamericanos visitaron también Cuba, lo que fue interpretado como un mensaje de la región a Washington para que termine con su embargo de casi medio siglo sobre la isla.

Bachelet fue precedida por el panameño Martín Torrijos, el ecuatoriano Rafael Correa y la argentina Cristina Fernández de Kirchner. Tampoco ellos se reunieron con los disidentes.

La presidenta chilena llegó anteanoche a la isla y permanecerá durante tres días. Su agenda de ayer incluyó dos encuentros con Raúl Castro -en la tarde en el Palacio de la Revolución y por la noche para cenar-, visitas al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnológica y a la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, conducida por el escritor colombiano Gabriel García Márquez. Bachelet también programó verse con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana.

‘Esperamos que esta visita siga fomentando lo que es la integración regional, el diálogo político y la búsqueda de soluciones comunes ante desafíos comunes que tenemos´´, dijo la gobernante al arribar.

Esta es la primera visita de un mandatario de la nación sudamericana a Cuba en 37 años, luego del viaje que realizara en 1972 Salvador Allende, aliado político de los Castro.

Enlaces: Las Damas de Blanco

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Autor: La Nación/SEC