The Miami Herald
El abogado Juan Juan Almeida García, hijo del recién fallecido comandante histórico y vicepresidente cubano Juan Almeida Bosque, denunció el lunes que las autoridades le impidieron participar en los funerales del padre en la Plaza de la Revolución de La Habana, así como asistir al sepelio anunciado para este martes en la ciudad de Santiago de Cuba.

En un mensaje enviado a El Nuevo Herald, Almeida García relató que al producirse la muerte del padre el viernes, fue llevado a una morgue por un general y dos escoltas para ver el cadáver, pero separado del resto de la familia.

‘En horas de la madrugada del día 12 de septiembre, tras la noticia de la muerte de mi padre, no entendía el por qué, si mis hermanos iban juntos a la morgue, a mí me tenían que acompañar un general y dos soldados´´, dijo.

Agregó que tampoco pudo entender por qué en medio de la despedida que se le hizo a su padre en la Plaza de la Revolución , este mismo general — que no identifica en el mensaje — lo sacó gentilmente del grupo familiar y le dijo: ‘Juan Juan, hay un problema contigo: el problema es que los combatientes no quieren que tú estés presente en el sepelio de tu padre allá en Santiago de Cuba ´´, escribió Almeida García.

Seguidamente Almeida García cuenta que insistió en preguntarle quién realmente de la élite gubernamental impedía su asistencia a los funerales, pero el general se apresuró a enfatizar: ‘No, no, los combatientes´´.

‘Extraño, pues muchos de esos combatientes me han llamado o me han pasado mensajes de aliento y apoyo en mi razón de estar junto a mi familia y visitar al doctor´´, señaló Almeida García. ‘Si no me quieren aquí, si ni siquiera puedo asistir al entierro de mi padre, entonces, ¿por qué esos mismos combatientes no me dejan salir?’

Almeida García declinó hablar por vía telefónica con El Nuevo Herald alegando que se sentía muy afectado por la muerte del padre, a quien dijo haber amado ‘profundamente por encima de todo´´.

Almeida Bosque falleció de un paro cardiorespiratorio la noche del viernes, a los 82 años. Al morir ostentaba los títulos de Héroe de la República de Cuba y Comandante de la Revolución, era vicepresidente del Consejo de Estado y presidía la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, que reúne a más de 300,000 veteranos militares, retirados y en activo.

Almeida García es el menor de cuatro hijos del matrimonio de Almeida Bosque con la también combatiente revolucionaria Púbila García, ya fallecida. La pareja tuvo además tres hijas, Brenda, que reside en La Habana; Belinda, quien se hallaba en Venezuela en una misión médica; y Beatriz, radicada en Estados Unidos desde el 2005.

Beatriz viajó de urgencia desde Miami este lunes para asistir al sepelio del padre. Almeida Bosque tiene otros cinco hijos de sus segundo y tercer matrimonios, pero durante el funeral sólo aparecieron en primeros planos, junto al gobernante Raúl Castro, los dos más jóvenes: Diana y Juan Guillermo.

El gobierno cubano decretó una jornada de duelo oficial el domingo, con tributos masivos en todas las capitales provinciales del país. Raúl Castro encabezó el homenaje y la guardia de honor en el obelisco de la Plaza de la Revolución, y este martes habrá una ceremonia militar para inhumar sus restos en el Mausoleo del III Frente Oriental del Ejército Rebelde, en las montañas de Santiago de Cuba.

La muerte de Almeida Bosque — miembro de la alta jerarquía de poder en Cuba desde 1959 — se produce en momentos en que Almeida García se encuentra enfrascado en una batalla frontal con las autoridades cubanas para que se le permita salir al extranjero a cumplir un tratamiento médico.

Almeida García, de 44 años, padece una enfermedad reumática degenerativa por la que recibe cuidados especiales en Bélgica desde comienzos de los años 90 por mediación de la Cruz Roja Internacional (CRI). Sin embargo, desde el 2004 las autoridades cubanas le impiden la salida del país para recibir el tratamiento. En las últimas semanas su estado se agravó notablemente, al punto de que está usando muletas para poder caminar.

Su hija Indira Quesada, residente en Miami, gestionó con el hospital Erasme de Bruselas — especializado en enfermedades reumáticas — para que pudiera ser atendido en una institución médica similar de Los Angeles, California. La cita médica estaba fijada para el pasado jueves y Almeida García había recibido ya la visa estadounidense, pero el gobierno cubano no le concedió el permiso de salida.

‘Estamos apelando ante organismos internacionales para que a mi padre se le permita recibir atención médica que no está disponible en Cuba´´, dijo Quesada. ‘Es una petición estrictamente humanitaria´´.

Quesada ha iniciado gestiones ante Amnistía Internacional y Human Rights Watch para presentar el caso. Hace dos meses escribió una carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. Pero su oficina en Washington, D.C., respondió que no tiene jurisdicción en el caso.

La esposa de Almeida García, Consuelo Quesada, se encuentra actualmente en Estados Unidos por una visita familiar, pero no quiso opinar sobre el asunto.

Imposibilitado de viajar al extranjero a pesar de sus reiteradas apelaciones a Raúl Castro y otros altos dirigentes gubernamentales, Almeida García fue arrestado y acusado de salida ilegal del país el pasado mayo. Se le aplicó una medida cautelar por la que desde entonces debe comparecer cada martes a Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado en La Habana.

A fines de agosto protagonizó una protesta pública en la Plaza de la Revolución para demandar justicia en su caso. Semanas después apareció en España su libro Memorias de un guerrillero cubano desconocido, en el cual narra críticamente sus vivencias en torno a la élite de poder en Cuba. En la fotografía de portada aparece el autor a los 5 años, vestido de traje militar, junto a su mentor de la infancia y juventud, Raúl Castro.

Enlaces: Solidaridad Española con Cuba

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Autor: The Miami Herald