El Universal
El Gobierno cubano midió el impacto que estaban causando las protestas de las Damas de Blanco dentro y fuera del país, y fue por esto que dos altos funcionarios de Raúl Castro les pidieron a las integrantes de este movimiento opositor dejar de lado sus marchas ‘por precaución de todos’.

Alejandrina García de la Riva, esposa de uno de los presos políticos, comentó a El Universal que el ‘viernes en la noche 2 miembros conocidos de la Seguridad del Estado nos ´visitaron y advirtieron´ del riesgo de las protestas porque se les podían ir de las manos las cosas’.

La respuesta de las mujeres que estaban esa noche reunidas fue más contundente aún para estos dos hombres: ‘Nosotros no vamos a dejar nuestras protestas porque pedimos algo fácil: que liberen a nuestra familia’, a lo que uno de ellos respondió que lo que pedían era ‘muy difícil porque ustedes saben que eso es una decisión del general Castro y sabe usted cómo son las cosas…’.

García de la Riva comentó que el principal malestar del Gobierno es que ellas han ‘socavado los sitios sagrados de la Revolución cubana’ al irrumpir en calles y avenidas céntricas de La Habana, un malestar que, sin embargo, ya fue saldado esta semana cuando varias de ellas fueron golpeadas por la Seguridad del Estado.

Por esta razón las Damas de Blanco en un muestra de mucha osadía llegaron el domingo hasta la Asamblea Nacional de Cuba, ‘un sitio sagrado’ de la Revolución sin más consignas que liberar sus familiares.

‘A ellos les molesta que pasemos por la plaza de la Revolución o el monumento a Martí, son sagrados para ellos, ¡pero sus policías sí pueden atacarnos en las iglesias de nuestros santos o en las casas!’, se queja García de la Riva, esposa del prisionero de conciencia Diosdado González Marrero.

La revelación que hace García de la Riva es una señal del temblor que el Gobierno raulista sintió esta semana cuando las mujeres que lo detractan tomaron las calles sin dejar el malestar que genera la huelga de hambre de Guillermo Fariñas.

Revolución de las gladiolas

Sin piedras, palos, pistolas o machetes en mano, las Damas de Blanco han marcado esta semana un precedente histórico político en los últimos diez años en Cuba al retar cara a cara las acciones de los hermanos Castro, y con ese precedente prometen ahora no frenar sus demandas.

Con gladiolas de distintos colores, las Damas de Blanco han tomado las calles de La Habana para demostrar que las mujeres de la oposición ‘son puras y quieren paz’.

‘Vamos de blanco porque Dios es así, es serenidad y somos transparentes’, confiesa Laura Pollán, líder de esta agrupación, que reúne a los familiares de los presos políticos que condenó Fidel Castro a prisión en marzo de 2003.

Para García de la Riva ‘el Gobierno sabe que somos inofensivas, saben que casi nadie los quiere, que es un mar de hipocresía y las marchas de estos días estaban llenas era de guardias de seguridad y gente de los ministerios, no el pueblo’.

Frente a lo que está ocurriendo en Cuba, ayer el presidente chileno Sebastián Piñera anunció que su gobierno hará ‘lo que esté a su alcance’ para ayudar a que en la Isla se recupere pacíficamente la democracia y se respeten los derechos humanos.

Enlaces: Las Damas de Blanco

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Autor: El Universal/SEC