14ymedio.com

La rutina se rompió cuando alguien tocó a la puerta y le alargó una citación policial. El Juanca –como le dicen sus amigos– está acostumbrado a que la Seguridad del Estado lo llame a contar. Su largo trabajo con la revista Convivencia y su inconformidad como ciudadano lo han llevado en innumerables ocasiones a calabozos y estaciones policiales. Así que ni se inmutó y le avisó a todos los que lo quieren y lo estiman.

Esta mañana finalmente estuvo cara a cara con una oficial de la policía en el Departamento Técnico de Investigación (DTI). El tema a tratar era tan predecible como invasivo en sus derechos. Su colaboración con nuestro pequeño diario digital ha sido el motivo del más reciente halón de orejas que le han dado.

‘Me levantaron un acta de advertencia por trabajar para una publicación ilegal no registrada’, me contó el Juanca. Con esa mezcla de picardía y humor que lo caracteriza, rápidamente le sugirió a la señora ‘que permitieran la legalización de 14ymedio’. Claro, ella solo respondió con evasivas a su propuesta, porque el hecho de no permitir la existencia de medios no gubernamentales parece ser condición indispensable para sostener la prensa oficial, tan mala desde el punto de vista periodístico que solo a fuerza de monopolio logra tener cierta audiencia.

‘Ustedes no son periodistas’, espetó la oficial. A lo que Juanca contestó veloz: ‘Salvando las distancias, Martí tampoco lo era’.

Entre otras falsedades, la policía le dijo que 14ymedio era un diario financiado por la USAID. Aunque se trata de una acusación repetida contra todo proyecto independiente, en este caso demuestra más ignorancia que malas intenciones. Este diario, de manera pública y transparente, tiene una estructura empresarial que puede conocerse al detalle en la sección sobre nosotros de esta página digital.

Esta modalidad financiera fue precisamente una de las condiciones que nos pareció indispensable para hacer un periodismo renovado con un medio de prensa sostenible. A diferencia de Granma y todos los otros periódicos oficiales, nosotros no metemos las manos en las arcas estatales para hacer propaganda política. Estamos esperando con ansiedad, eso sí, que nos permitan registrar nuestra pequeña empresa en los registros de sociedades de nuestro país. ¿Se atreverán a permitirlo?

Estamos esperando con ansiedad que nos permitan registrar nuestra pequeña empresa (…) ¿Se atreverán a permitirlo?
Queremos tener personalidad jurídica, colgar un cartel en la puerta de nuestra redacción y enseñar sin miedo una credencial de nuestro medio de prensa. ¿Por qué nos niegan ese derecho? ¿No se han dado cuenta de que una prensa secuestrada por un partido no resuelve la demanda informativa de un país plural y diverso como el nuestro? ¿Tendrán alguna vez el valor político de hacer una ley para que el periodismo independiente pase del clandestinaje a la vida pública?

Cuando esa funcionaria miente sin darnos derecho a réplica, está haciendo uso de su autoridad para cometer un verdadero abuso de poder. Lo cual se vuelve más dramático por el nivel de desinformación en que vive sumida la mayor parte de la población cubana y, por lo visto, también la policía política.

Enfundada en su uniforme, la oficial también le dijo a Juanca que nuestro medio se dedicaba a ‘difamar y denigrar los logros de la Revolución’. Con esta afirmación, la señora dice claramente que en este país solo pueden existir medios que canten loas al sistema; y por otro lado, deja entender que ella tiene un acceso privilegiado a 14ymedio, pues desde nuestro nacimiento, el 21 de mayo, nos han bloqueado en los servidores de la Isla. Señora, ¿entra usted con proxies anónimos a nuestra página? O, peor aún, ¿habla usted de lo que ni siquiera ha visto? Me temo que se trate de esto último.

Reto también a esta policía a que me señale una sola característica del actual sistema político cubano que permite llamarle revolución. ¿Dónde está el dinamismo? ¿El carácter renovador? ¿El movimiento? Por favor, actualicen sus palabras –no por respeto a esta filóloga renegada que cree en la semántica de los términos– sino porque, mientras no confiesen públicamente que están varados en la historia, anquilosados y fosilizados, no podrán implementar las soluciones que le urgen a esta nación.

Durante el interrogatorio, nuestro corresponsal en Pinar del Río fue también amenazado de que, si se le veía ejerciendo el periodismo, podría ser arrestado y su teléfono y cámara fotográfica confiscados. ¡Vaya baluarte ideológico al que la información pone en riesgo! La verdad es que cada vez entiendo menos.

En esta situación a que hemos llegado, todo es posible. La represión, al peor estilo de la Primavera Negra de 2003; las culatas rompiendo la puerta; la continuación de la campaña de difamación, que cada vez tiene menos efecto…, eso y mucho más. Lo que no va a ocurrir es que, ante el miedo y la presión, dejemos de hacer periodismo. Hay 14ymedio para rato, así que es mejor que se vayan acostumbrando a vivir con nosotros.

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Autor: Yoani Sanchez